Lograr una correcta conciliación de la vida personal y laboral se ha convertido en una de las grandes prioridades de los profesionales en los últimos tiempos. Lejos quedan los tiempos en los que se vivía por y para el trabajo y cada vez son más los profesionales que tratan de fusionar ambos mundos, el personal y el laboral, en busca de un equilibrio pleno que les permita desarrollarse como profesionales y, sobre todo, como personas.
Pero lejos de ser una tarea sencilla, los obstáculos para una conciliación personal y laboral son numerosos y no siempre tienen que ver con las empresas o el elevado ritmo de trabajo que llevamos en el día a día -que también son razones de peso-; también tienen que ver con nuestra propia personalidad y con las trabas que, en numerosas ocasiones, nos ‘autoimponemos’, tanto a nivel personal como profesional.
Yendo un paso más allá, si en el mundo laboral actual ya es complicado conseguir un equilibrio entre la vida personal y profesional, ¿qué pasa si añadimos el componente de la responsabilidad? ¿Qué ocurre con los profesionales en posiciones de liderazgo? ¿Tienen más fácil o más difícil la conciliación?
En este sentido, habrá casos de todo tipo, pero es habitual que los líderes tengan incluso más dificultades a la hora de conciliar que el resto de profesionales. Así lo hemos refrendado desde Bros Group en una encuesta realizada en LinkedIn, en la que la gran mayoría de los sondeados afirma que la conciliación de la vida personal y laboral es más difícil para aquellos profesionales en posiciones de responsabilidad.
La responsabilidad, la presión, querer dar ejemplo, la autoexigencia, el enfoque resultadista extremo... muchas son las razones que se nos vienen a la mente que inciden en esa mayor complicación que tienen los líderes a la hora de equilibrar su vida personal y profesional.
Por ello, ahora que estamos ya inmersos en fechas destinadas a pasar más tiempo con familia y amigos, a dedicar momentos a nuestra vida personal, desde Bros Group, os damos algunos consejos, para intentar alcanzar una conciliación personal y profesional óptima:
1. Delega de forma efectiva. Es importante establecer una relación de confianza con tu equipo. Una confianza que te permita delegar tareas relevantes en los momentos necesarios. Delegar y confiar te permitirá extraer tiempo para ti, para tu vida personal, para tu familia, para tus amigos, para tus hobbies... ¡y una desconexión completa!
2. Fomenta una cultura de empresa adaptada a la realidad actual. Si como líder trabajas en la construcción de una cultura de empresa flexible, dinámica, enfocada a objetivos y adaptada a la realidad actual y que sea acogida por tu equipo, te será mucho más sencillo aplicarlo en tu caso personal y poder gestionar tu tiempo y carga laboral de una forma más óptima. Además, aprovechar e integrar las nuevas formas de trabajar (trabajo en remoto, teletrabajo, híbrido...) también puede resultar diferencial.
3. Planificación y distribución del tiempo. Parece básico, pero no todo el mundo es consciente de la importancia que tiene la planificación para evitar que la carga de trabajo nos sobrepase. En este sentido, es realmente importante analizar qué recursos personales, materiales y temporales necesitamos y cómo podemos organizarlos para conseguir optimizar el trabajo y lograr desconectar en tiempo y forma.
4. Establece límites saludables ‘inamovibles’. Ya hay muchas empresas que aplican este tipo de restricciones a sus equipos. Pero no es necesario que provenga de una política organizacional para que podamos imponernos límites saludables que sean ‘inamovibles’: horas límites para enviar correos, para hacer llamadas y reuniones, incluso para encender el ordenador o conectarnos desde el móvil... Eso no quita para que en ocasiones concretas tengamos que saltarnos esos límites, siempre y cuando no afecten a nuestro equilibrio personal y profesional o a nuestro bienestar. Como decimos, límite ‘inamovibles’ pero dentro de una cultura flexible.
5. Comunicación abierta. Otro clásico de los ‘tips para el mundo laboral’ pero hoy hablamos de una comunicación abierta, informal, de confianza. Si fomentas una relación de confianza total con tu equipo y hablas de forma abierta de tu vertiente personal (ojo marcando los límites que deseemos) se mejorará la conciliación a todos los niveles: tanto la tuya como líder, como la de tu equipo. Comunica abiertamente tus límites horarios para un determindo momento e incluso incide en las razones: “Mi hijo tiene médico”, “es la función escolar de mi hija”, “viene un amigo desde Nueva York y solo tengo una hora para verle”, “juego al pádel a las 18h y por eso tengo que salir un poquito antes”... Todo ello, dentro de una cultura corporativa flexible y enfocada a objetivos, redundará positivamente no solo en la conciliación, sino también en la productividad, el bienestar, el compromiso...
6. Fuera culpas. No sientas culpa por tener que salir algo antes del trabajo o por tener que dejar a tu equipo a mitad de mañana por una cita médica. Culparse de algo solo sirve para negativizar el hecho en cuestión y sentir remordimiento, pensando que estamos haciendo algo mal. Y si consideramos que buscar un equilibrio entre nuestra vida personal y profesional es negativo, nunca podremos alcanzar esa conciliación plena.
7. Aplica el sentido común. Este consejo sirve prácticamente para cualquier aspecto de la vida, pero incidimos en ello porque es básico. Aplica el sentido común con tu equipo, con tu empresa y, sobre todo, contigo mismo. El sentido común nos permitirá situarnos en un punto intermedio y ver la vertiente más emocional del binomio entre trabajador y persona, comprobando que lo más importante en la vida no es que salga un proyecto o no, no es llegar a un objetivo o no, no es ganar tres veces más que el año anterior; lo realmente importante es que nuestros seres queridos estén bien, que podamos tomarnos algo con nuestros amigos, que nos sintamos realizados y satisfechos con nuestro trabajo, que podamos disfrutar de la función navideña de nuestros hijos... En definitiva, lo realmente importante es ser FELICES.
8. Da ejemplo (para bien). Aplicar abiertamente todos los consejos anteriores será ejemplarizante para tu equipo e impulsará el equilibrio entre la vida personal y profesional de tus colaboradores, repercutiendo de forma directa en su productividad, bienestar, felicidad, compromiso, fidelidad...
Yendo más allá, si tú, como líder, delegas de forma efectiva y confías plenamente en tus colaboradores, te adaptas a la cultura flexible, enfocada a resultados y adaptada a la realidad, planificas y organizas tu tiempo abiertamente, marcas y comunicas los límites saludables que te has impuesto, hablas sin reparos tus 'citas' personales, no sientes culpa cuando tienes que acabar una hora antes y aplicas el sentido común, conseguirás que la conciliación personal y profesional de tus equipos pase al siguiente nivel. Al nivel al que pretendemos llegar. Al nivel del equilibrio entre los dos mundos: el personal y el laboral.