El teletrabajo ha traído consigo innumerables ventajas y beneficios para todos los agentes que integran el mercado laboral. La posibilidad de trabajar desde casa, desde una cafetería, desde un tren o incluso desde la casa de la playa ha provocado un cambio de paradigma en el mundo del trabajo, apostando definitivamente por la flexibilidad, por el bienestar y por la conciliación de los empleados; apostando, de forma absoluta, por las personas.

Además, para las empresas, sin duda, ha supuesto un enorme incentivo a la hora de atraer y fidelizar al talento. Y eso, en unos tiempos difíciles a la hora de encontrar a los mejores perfiles, es la mayor ventaja que puede existir.

Pero, cómo no, el teletrabajo también tiene aspectos negativos, aspectos que, si no se gestionan bien, pueden tirar por la borda la estrategia de flexibilidad laboral de una compañía, obteniendo un efecto opuesto al que se buscaba al implantar el trabajo en remoto (ya sea al 100% o de forma parcial). Uno de esos aspectos complejos de manejar, es la gestión de equipos en remoto.

El papel de los líderes ha cambiado, o debe hacerlo, pues no es igual gestionar un equipo con todos sus integrantes acudiendo a la oficina a diario que tener a unos trabajando de forma híbrida, otros teletrabajando a tiempo completo, otros de forma presencial... El rol del líder se ha transformado y, con él, sus hábitos y formas de dirigir a sus equipos también lo debe hacer. En este sentido, ¿cuáles son las mayores preocupaciones de los líderes a la hora de gestionar equipos en remoto?

 Conexión emocional, falta de comunicación, hiperconectividad... ¿Qué les preocupa a los líderes?

Para conocer la respuesta a esta pregunta, hace unos días lanzábamos una encuesta en nuestro perfil de LinkedIn con la intención de descubrir cuál es la principal preocupación o el principal problema que encuentran los líderes en esta era del teletrabajo. En este sentido, una amplia mayoría de los encuestados, en concreto el 54%, admite que la falta de conexión emocional es el principal inconveniente que se están encontrando a la hora de gestionar equipos en remoto.

Y es que especialmente en nuestro país, tenemos una cultura de contacto, de ver, tocar y charlar en persona. Al no poder hacerlo con aquellos perfiles que teletrabajan de forma completa, la conexión entre las personas que componen los equipos se resiente, por mucho que existan nuevas tecnologías o plataformas que ayuden a ‘linkar’ emocionalmente a los empleados en esta era del teletrabajo (relativo al sesgo de proximidad que tratamos hace unas semanas en nuestro blog). Sin duda, es un obstáculo que los grandes líderes aprenderán a sortear –y los que no estarán en complicaciones-.

En relación con esa conexión entre empleados, los problemas de comunicación son otro los caballos de batalla para los líderes. En este sentido, la comunicación no es tan directa y cercana que en el formato presencial y pese a los enormes avances existentes en nuevas tecnologías para la comunicación online, los trastornos comunicativos se magnifican en la distancia: habitualmente hay menos confianza y empatía, ausencia de lenguaje no verbal, problemas técnicos... En concreto, el 20% de los encuestados admite que esta es su principal preocupación a la hora de gestionar equipos en remoto.

Muy cerquita, el 17% de los sondeados apuntan a que la hiperconectividad –la imposibilidad de desconectar del trabajo- y los trastornos de conciliación laboral y familiar derivados de ella son un gran obstáculo para la gestión de personas. Y es que el aumento de las horas extra, las interminables horas delante de pantallas y dispositivos digitales y la eliminación de las barreras horarias supone graves problemas a la hora de desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo en la vida privada.

Por último, únicamente el 9% de los encuestados afirman que las dificultades técnicas suponen un grave trastorno. En este caso, es cierto que el crecimiento en el uso, tanto en tiempo como en variedad, de dispositivos digitales aumenta los problemas técnicos, pero también es cierto que existen numerosas aplicaciones y herramientas para la solución de problemas en remoto. Por tanto, ha sido la opción menos escogida por los sondeados.

Así pues, la falta de conexión emocional entre los equipos se ha convertido en el principal inconveniente para la gestión de empleados en la era del teletrabajo, sin perder de vista aspectos igual de preocupantes como son los problemas de comunicación, la hiperconectividad y barreras a la conciliación o los problemas técnicos derivados del uso masivo de nuevas tecnologías. El líder del presente debe saber adaptarse a las nuevas realidades. Y el que no lo haga... ¡está perdido!.